Saber escoger la oportunidad: Cuando nos llegan diferentes oportunidades surgen diferentes preguntas ¿Será el correcto? ¿Cuál debería elegir?
Tu respuesta debe ser basada en la que se adapte a ti, la que te permita estar cómodo y desarrollar tus habilidades profesionales de manera óptima en el caso de un empleo.
En el caso de un negocio debes saber lo que quieres en verdad, a que público vas dirigido y que servicios o productos quieres brindar.
Ya con la oportunidad: Aprovecharla al máximo, conocemos que las oportunidades muchas veces son calvas y hay que sostenerlas por los cabellos, brindar lo mejor de ti y ofrecer a tu lugar laboral una versión de ti que se aplique a donde se te necesite y que te permita seguir creciendo.
Lo mismo que a tus clientes en el caso de un negocio o un proyecto propio, tratar de llenar todas las expectativas de los que a ti acudan, convirtiendo tu espacio en la opción de todos al momento de necesitar un producto o servicio brindado en tu espacio.
Mentalidad de crecimiento: Tu mentalidad debe mantenerse en un constante deseo de seguir creciendo y expandiéndote a otros horizontes.
Trabajando con excelencia para seguir escalando de puesto en tu lugar de trabajo y creciendo tanto en tu lugar de trabajo que tengas que colocar otras sucursales o agregar otros productos.
