“La novia del Caribe”
Fundada en 1802 por el general haitiano Toussaint Louverture, Barahona es conocida popularmente como “la novia del Caribe”. Se dice que en ningún lugar de la isla el mar es tan bello como en Barahona y los acantilados que se encuentran a lo largo de las costas de esta provincia son realmente imponentes.
Se trata de un lugar que poco a poco se está convirtiendo en uno de los destinos más solicitados por el turismo.
Sus playas de aguas turquesas y arenas blancas, así como paisajes de ensueño enclavados en plena naturaleza, transforman este espacio en uno de los lugares preferidos no solo para el turismo de sol y playa, sino también para el ecoturismo, pues se puede encontrar desde el bosque seco más propio del interior hasta bosque húmedo de carácter tropical en la sierra de Bahoruco.
Además, la zona de Barahona y sus alrededores es célebre por su riqueza en yacimientos de sal gema, ónix, yeso y bauxita.
Entre los atractivos de la bonita ciudad de Barahona se puede encontrar la arquitectura, caracterizada esencialmente por el arco del Triunfo, levantado en la época de Rafael Trujillo; la catedral de Nuestra Señora del Rosario, de 1948; el Palacio Municipal, el parque Central, la torre del reloj o el edificio de bomberos, de época decimonónica y que todavía mantiene la estructura. Estos son algunos de los interesantes monumentos que encontrarás en tu paso por la ciudad, de la que se dice que el nombre proviene de un popular apellido español de la época de la colonia.
Los alrededores también son muy recomendables como destinos turísticos, destacándose Azua, Independencia, Pedernales o Bahoruco como mejores propuestas.
El balneario San Rafael se encuentra ubicado en la provincia de Barahona, entre la carretera Barahona-Enriquillo, siendo una de las más concurridas de la región sur de la República Dominicana.
Una de las particularidades del balneario San Rafael es que combina las olas oceánicas del mar Caribe y una piscina natural creada en la desembocadura del río San Rafael. La playa de guijarros y grava es popular para el surf, y los fines de semana los bañistas pueden bailar al son de la música dominicana gracias a los restaurantes locales.
La natación no se recomienda en la zona debido a las fuertes olas.
La cascada del río es uno de los principales atractivos del lugar, la cual ha sido convertida en un balneario natural. Este lugar, así como la playa, es muy visitado por dominicanos y extranjeros durante los fines de semana y días festivos.
La playa posee aguas cristalinas, color turquesa y está cubierta de pequeñas piedras de color blanco muy pulidas.
La Mina de Larimar, conocida popularmente como “Los Chupaderos”, recibe su nombre del pueblo donde se localizó la mina de pectolita azul, aproximadamente a 10 kilómetros de la ciudad de Barahona, en la misma región de Enriquillo. Se trata de la única mina en todo el mundo de esta llamativa piedra, lo que le confiere mayor valor.
Los colores van del blanco, azul claro, azul verdoso y azul profundo, cuanto más oscuro mayor valor. Además, también se puede encontrar alguna con rasgos rojizos, se trataría de restos de hierro. Como es una piedra fotosensible, con el paso de los años va perdiendo color.
Ubicada junto al balneario natural Los Patos, se encuentra la preciosa playa del mismo nombre.
De arenas blancas y aguas cristalinas, la acogedora playa es visitada por muchos locales y turistas, atraídos por la unión entre el ambiente marítimo y fluvial que se aúnan en él.
En la arena destacan las piedras muy pulidas y es recomendable tener cuidado al introducirse en el mar, debido a que se trata de aguas muy profundas y de oleaje bastante fuerte en ocasiones, por lo que muchos lo eligen para practicar surf.
En caso de no poder bañarte, la visita no es en vano, ya que las vistas que ofrece la playa son realmente maravillosas.