El silencio sigue siendo inexorablemente una forma de expresión”.
Susan Sontag.
La inmensidad del arte es tan basta como la interpretación del silencio. Metáfora de la quietud, de la espiritualidad, de paz o de ausencia. La abstracción de esta figura, físicamente intangible, ha permitido a muchos pensadores que usan el arte como forma de expresión, la libertad de su interpretación.
En el caso de la fotografía muchos son los artistas que han interpretado al silencio de diversas formas. En los espacios interiores de edificaciones como museos, iglesias, teatros o bibliotecas, la ausencia de movimiento les otorga una quietud que carece de tiempo y espacio.
Otra forma de acercarnos al silencio a través de una imagen es la luminosidad. El exceso de luz es en ocasiones una forma de retratar lo imposible del silencio. Lo opuesto a esta interpretación nos lleva a la figura humana, en especial, al rostro humano. Hablamos de expresiones teatrales que reflejan quietud o un discurso político sínico que refleja silencio.
Ahora bien, los espacios a cielo abierto, tanto de espacios públicos como de paisajes son las formas más abordadas en la interpretación del silencio. Retratar espacios donde ocurre lo cotidiano y luego verlo despoblado es como eliminar el ruido del hombre en su hábitat.
Ernest MONTGOMERY



Es el caso de las fotografías de Ernest Montgomery (Milwaukee, 1972) que retrata el silencio de una ciudad detenida en medio de una pandemia. Su fotografía ha vuelto a vincular al silencio con el de una ciudad vacía, donde solo quedan las luces de las calles y de los semáforos.
Fued Yamil KOUSSA



Interesante también es el caso de las obras de Fued Yamil Koussa (Santo Domingo, 1976) la lectura se refiere a la quietud de la imagen que nos conduce al silencio de la calma, así como la asociación del silencio con la paz. Sus paisajes donde queda de manifiesto la pequeña escala de los entes arquitectónicos en un paisaje de cielo alargado y con tratamiento de color que las convierten en paisajes surrealistas.
Ambos artistas, Montgomery y Koussa, permiten ver en su lectura del silencio sentimientos de tristeza y melancolía en una extraña quietud que proviene de la soledad.